Un curetaje dental, también conocido como raspado y alisado radicular, es un procedimiento odontológico profundo que tiene como objetivo eliminar el sarro y las bacterias acumuladas por debajo de la línea de las encías para tratar enfermedades periodontales avanzadas.
Durante un curetaje, el dentista elimina el sarro y la placa de la raíz del diente, debajo de la línea de las encías, utilizando instrumentos especializados, eliminando así las bacterias presentes en las bolsas periodontales.
¿Qué es el curetaje por cuadrante?
Significa que el procedimiento solo se realiza en uno de los cuatro cuadrantes de la boca, es decir, en el conjunto de dientes de una sección de la mandíbula superior o inferior, ya sea del lado derecho o izquierdo.
¿Cómo prepararse antes del procedimiento?
Antes de someterse a un curetaje, es crucial llevar a cabo un análisis exhaustivo de la placa bacteriana del paciente. Este examen permite identificar con precisión los tipos de bacterias presentes en la boca, su cantidad y virulencia.
Una vez analizada la muestra de placa bacteriana, se prescribe un antibiótico, optimizando así los resultados del tratamiento y posibilitando un control más eficaz y precoz de la periodontitis.
Adicionalmente, se recomienda mantener una higiene bucal óptima, abstenerse de fumar y consumir alcohol, y informar al dentista sobre cualquier medicación en curso y condiciones médicas pre existente
¿Cuánto tiempo tarda en sanar un curetaje dental?
El tiempo de sanación puede variar según el paciente y el grado de la enfermedad periodontal, pero generalmente, la mayoría de los pacientes se recuperan en unas pocas semanas, siempre y cuando sigan las indicaciones de su dentista y mantengan una higiene bucal adecuada.
Post-operatorio
En las primeras horas después de un curetaje, se deben evitar alimentos duros ya que debido a la anestesia, el paciente podría lastimarse sin percatarse, debido a la falta de sensibilidad causada por la anestesia.
La higiene dental también será determinante en la recuperación. El odontólogo proporcionará o recomendará al paciente un colutorio antiséptico y en el caso de presentar sensibilidad dental, una pasta desensibilizante. Es de suma importancia que, durante los primeros 4 días, se tenga cuidado al momento de cepillar los dientes y hacerlo con gentileza. También se recomienda evitar:
- Fumar
- Consumo de alcohol
- Alimentos duros o irritantes
- Actividad física
¿Cuándo es recomendable un curetaje dental?
Son aconsejables los cuertajes cuando existen bolsas periodontales profundas, presencia de sarro subgingival y signos de enfermedad periodontal avanzada, como inflamación, sangrado, retracción de las encías y movilidad dental.
¿Qué pasa si no te haces un curetaje?
No realizar este procedimiento cuando es necesario puede llevar al progreso de la enfermedad periodontal, lo que puede resultar en la pérdida de dientes, daño al hueso de soporte, y complicaciones sistémicas como enfermedades cardiovasculares y diabetes.
¿Qué tan doloroso es un curetaje dental?
Aunque se administra anestesia local durante el procedimiento para minimizar el dolor, el nivel de molestia postoperatoria dependerá de la profundidad de las bolsas periodontales y de la sensibilidad individual del paciente. Sin embargo, cualquier dolor o molestia postoperatoria se puede controlar con medicamentos antiinflamatorios y analgésicos.
El dolor postoperatorio varía de persona a persona, pero la mayoría de los pacientes experimentan molestias por unos 2 a 7 días después del procedimiento.
¿Qué diferencia hay entre curetaje y limpieza dental?
La limpieza dental es un tratamiento preventivo que se centra en eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulados en la superficie de los dientes y por encima de la línea de las encías, mientras que el curetaje es un tratamiento correctivo que va más allá, limpiando y raspando por debajo de la línea de las encías para tratar enfermedades periodontales.
¿Cómo evitar un curetaje dental?
Se deben mantener buenas prácticas de higiene oral, como el cepillado regular, el uso de hilo dental y enjuague bucal, y acudir a chequeos dentales regulares. Una alimentación balanceada y evitar el tabaco y el alcohol también son cruciales para prevenir enfermedades periodontales.
