El dolor de muelas es un problema común que puede afectar no solo a los dientes, sino también a los tejidos que los rodean. Aunque no se considera una enfermedad por sí misma, es un síntoma que puede señalar problemas subyacentes. Las causas más habituales incluyen caries dentales y determinadas enfermedades como la pulpitis, pero también pueden ser consecuencia de condiciones como la gingivitis o el bruxismo.
Usualmente, una higiene dental deficiente es un factor clave en la aparición del dolor de muelas. Sin embargo, el dolor dental puede ser referido, lo que significa que puede originarse en otras partes del cuerpo, como los oídos o los senos paranasales.
Dado que el dolor puede variar en intensidad y duración, es esencial no ignorarlo. Si el malestar se vuelve persistente, se aconseja visitar al dentista para obtener un diagnóstico adecuado y el tratamiento necesario. Abordar el dolor de muelas a tiempo puede prevenir complicaciones más graves y contribuir a una mejor salud dental en general.
Los síntomas
Con frecuencia, el dolor de muelas comienza de manera inesperada y puede ir desde un malestar leve hasta ser muy agudo. Puede sentirse un dolor de cabeza, mandíbula y oído de manera punzante, ya sea constante o intermitente.
Normalmente, la molestia se intensifica al comer o beber, especialmente si los alimentos o bebidas están muy fríos o calientes. Además, la mandíbula puede doler al tocarla. Este dolor también puede empeorar al estar acostado, ya que la presión sobre el diente aumenta en esta posición.
Los síntomas habituales de un dolor de muelas incluyen:
- Dolor al morder
- Sensibilidad a alimentos fríos o calientes
- Sangrado en la zona del diente o encía
- Inflamación cerca del diente
- Hinchazón en la mandíbula.
Causas posibles del dolor de muelas
- Caries Dentales: La acumulación de placa bacteriana debido a una higiene bucal deficiente puede llevar a la aparición de caries. Las caries son son cavidades que dañan el esmalte y pueden dejar expuesta la pulpa dental, provocando dolor.
- Pulpitis: Se trata de la inflamación de la pulpa dental, a menudo causada por caries profundas o traumatismos. La pulpitis puede ser reversible, dependiendo de la gravedad de la inflamación.
- Infecciones: Las infecciones bacterianas en la raíz del diente o en las encías pueden causar un dolor intenso. Esto incluye los abscesos dentales, que son acumulaciones de pus.
- Bruxismo: El hábito de rechinar los dientes, especialmente durante la noche, puede generar tensión y dolor en los dientes y mandíbulas.
- Enfermedad de las Encías: La gingivitis y la periodontitis son infecciones que afectan las encías y pueden causar dolor en las áreas cercanas a los dientes.
- Traumatismos: Las lesiones en los dientes, ya sea por golpes o caídas, pueden provocar fracturas o daños que resultan en dolor.
- Dolor Referido: En ocasiones, el dolor en los dientes puede ser un síntoma de problemas en otras partes del cuerpo, como infecciones de oído o sinusitis.
- Sensibilidad Dental: Algunas personas sienten dolor al consumir alimentos o bebidas frías, calientes o dulces debido a la sensibilidad dental, que puede ser causada por el desgaste del esmalte o retracción de las encías.
- Erupción Dental: En el caso de los niños pequeños, o incluso adultos, la erupción de los dientes o muelas del juicio puede causar dolor y molestias temporales.
- Problemas en la Articulación Temporomandibular (ATM): Los trastornos en la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo pueden causar dolor que se irradia hacia los dientes.
El diagnóstico
Si experimenta dolor en una muela, es crucial que visite al dentista lo más pronto posible. Este tipo de molestia generalmente puede ser tratado, pero primero el dentista debe identificar la causa del problema.
El paciente podría pensar que sabe cuál es el diente afectado. No obstante, en ocasiones los nervios dentales envían señales incorrectas al cerebro. Esto implica que el problema podría estar en otro diente o incluso en la mandíbula opuesta.
El dentista examinará los dientes y las encías en busca de signos de inflamación, enrojecimiento o dientes dañados. Podrá enjuagar la zona afectada con agua caliente para eliminar restos de comida y realizar una prueba para verificar la sensibilidad al calor y al frío. Puede ser necesario realizar una radiografía para identificar caries, fisuras en los dientes o problemas en el hueso mandibular.
El tratamiento
El dolor de muelas debe ser tratado de inmediato para evitar complicaciones, como la diseminación de infecciones. Si una infección se propaga a los senos paranasales o a la mandíbula, puede derivar en una condición grave conocida como septicemia, que es la presencia de bacterias en el torrente sanguíneo y puede ser potencialmente mortal.
- Tratamiento de Caries: Si el dolor es causado por una caries, el odontólogo removerá la parte afectada y limpiará el diente. Luego, colocará un empaste para restaurar la estructura dental.
- Empastes Dañados: En caso de que un empaste esté flojo o roto, el dentista retirará el material antiguo y colocará un nuevo empaste. Esto garantiza que el diente quede bien sellado y protegido contra futuras caries.
- Pulpitis: Cuando la pulpa dental está infectada (pulpitis), puede ser necesario realizar un tratamiento de conducto. Este procedimiento consiste en eliminar el tejido infectado y rellenar el espacio con un material biocompatible. Posteriormente, se suele colocar una corona para proteger el diente y restaurar su función.
- Antibióticos: Si la infección es grave, puede ser necesario administrar antibióticos para eliminar la infección y reducir la inflamación, especialmente si hay indicios de un absceso.
- Extracción del Diente: En situaciones donde el diente está tan dañado que no puede ser restaurado, la extracción puede ser la única opción viable. Esto también puede ser necesario si el dolor es persistente y no responde a otros tratamientos.
Dolor de muelas por la noche
Es frecuente que los pacientes informen un aumento del dolor de muelas durante la noche. ¿Por qué ocurre esto? Principalmente, hay tres razones que explican este fenómeno.
- Posición del Cuerpo: Al recostarte, la postura horizontal de tu cuerpo influye en el flujo sanguíneo. Cuando te encuentras en posición vertical, la sangre circula con menos presión hacia la cabeza y la mandíbula. No obstante, al estar tumbado, el flujo se distribuye de manera uniforme por todo el cuerpo, lo que puede contribuir a un incremento del dolor.
- El calor: La temperatura puede intensificar el malestar al provocar la dilatación de los vasos sanguíneos. Esta dilatación aumenta el tamaño de los vasos que transportan sangre a la pulpa dental (el nervio). Al estar confinada entre las paredes rígidas del diente, esta expansión no puede ocurrir, lo que genera presión sobre las terminaciones nerviosas y causa dolor.
- Falta de Distracción: Finalmente, la ausencia de distracción durante la noche puede hacer que la atención se enfoque completamente en el dolor dental, intensificando la percepción del malestar.
Cómo mitigar el dolor de muela hasta poder acudir al dentista.
Aunque los remedios caseros pueden proporcionar un alivio temporal del dolor de muelas, no resuelven la causa subyacente del problema. Es fundamental que tu dentista realice un diagnóstico adecuado del dolor dental. Si no es posible acudir de inmediato, aquí tienes algunos remedios para aliviar el dolor.
- Uso de medicamentos para el dolor: Para aliviar el malestar, puedes considerar el uso de medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno. Sin embargo, es crucial evitar la aspirina si hay presencia de sangrado y no superar la dosis recomendada por tu dentista. Recuerda que esta es solo una solución temporal; si no se aborda la causa subyacente, el dolor persistirá y podría empeorar.
- Aplicación de frío: Colocar frío en el exterior de la mejilla puede ayudar a disminuir la inflamación y aliviar el dolor. Usa una compresa fría o hielo, pero evita poner hielo directamente dentro de la boca, ya que esto podría empeorar la situación.
- Alimentos a evitar: Evita consumir alimentos muy fríos, calientes, dulces o duros, ya que pueden estimular el nervio dental y provocar o intensificar el dolor.
- Enjuague bucal con agua tibia y sal: Disuelve una cucharada de sal en un vaso de agua caliente (no hirviendo) y enjuágate durante unos segundos para ayudar a reducir la inflamación.
- Posición al dormir: Intenta no dormir sobre el lado afectado. Esto evitará ejercer presión sobre la zona inflamada. Puedes usar una almohada adicional para mantener la cabeza elevada.
- Higiene dental: Mantén una buena higiene dental cepillándote los dientes al menos dos veces al día, especialmente después de las comidas, y usando hilo dental de manera regular.
Evitar remedios caseros peligrosos: Ten precaución con ciertos remedios caseros que pueden ser dañinos. No utilices enjuagues de agua oxigenada, bicarbonato o alcohol, ya que no solo son ineficaces, sino que también pueden causar daño adicional a tu boca.