La dentadura es una de las principales cosas que se ven en el rostro de las personas cuando hablan y sonríen. Es por ello que se quiera mantener saludable usando carillas estéticas que den una imagen impecable y perfecta.
Sin embargo, la genética no es benevolente con todo el mundo, por lo que existen tratamientos de perfeccionamiento dentales como el uso de carillas estéticas, tratamientos de ortodoncia, blanqueamientos, entre otros.
Las carillas dentales son hechas para cada persona, debido a que depende del tamaño de los dientes, la cavidad bucal, la armonía del tamaño de los dientes con respecto al rostro y el color de la dentadura original.
Tipos de carillas dentales que puede aconsejarte tu dentista
Las carillas dentales están elaboradas en diferentes materiales que difieren entre sí por el grosor y durabilidad.
Carillas estéticas de cerámica
Son las más duraderas, pueden llegar a estar en perfecto estado hasta 15 años o incluso más. Tienen el grosor de una lente de contacto y por su forma no requiere que se modifique la estructura del diente original para ser colocadas.
Son las más populares y se encuentran divididas a su vez en ultrafinas y zirconio. Las primeras son mucho más delgadas, y las segundas más gruesas.
Este tipo de prótesis o carillas estéticas son las que más se solicita por su durabilidad y aspecto natural. La calidad y resistencia de las carillas dentales de porcelana están garantizadas contra golpes e impactos fuertes. Tanto así que son las preferidas por los deportistas.
Carillas estéticas de composite
Este material es menos duradero que las de cerámica, pero el resultado estético es tan perfecto como cualquiera.
Es recomendado específicamente en tratamientos que no requieren una intervención muy grande y en pacientes jóvenes, debido a que aún están en crecimiento y pueden ser removibles en los próximos cinco años.
Cuáles son las mejores carillas estéticas
Como se ha podido constatar las carillas dentales de porcelana son más resistentes y duraderas que las de otro material. También son las menos económicas.
Dependiendo del objetivo se pueden utilizar unas u otras. Si los problemas comienzan desde muy joven es recomendable usar primero las de composite, y luego al ser adultos cambiarlas por porcelana que, por lo general, son de carácter más permanente.
No es muy común que las carillas de porcelana se dañen o se fracturen, pero si llegase a ocurrir algún inconveniente estas se reparan y remplazan fácilmente.
Es un tratamiento que se coloca de manera rápida y sin ningún tipo de intervención quirúrgica que requiera medicación o mantenerse hospitalizado.
Como las carillas de porcelana se elaboran en un laboratorio no se colocan en una sola sesión a diferencia de las de composite que son aplicadas en reparaciones más sencillas con las que el paciente se sienta cómodo.
El odontólogo recomendará lo que más se adapte a las necesidades de cada persona y la capacidad de mantenimiento, así como calidad y duración del tratamiento.
La visita regular al médico es necesaria aunque se utilicen las carillas, para mantenerlas periódicamente y evitar caídas o problemas mayores en las piezas dentales.